1.1. NUEVA ERA DIGITAL – Actividad.

Respecto al tema de como nos ve la sociedad a los arquitectos es completamente cierto lo que estais comentando, no hemos sabido transmitirles que un buen proyecto de arquitectura es el mejor servicio que podemos darle a un cliente, y que en la practica real, en buen proyecto es la mejor forma de ahorrarse dinero y de rentabilizar la inversión que está haciendo.
Pero además, len cuanto a la sociedad en general, hay que añadir otra problemática más relacionada con la anterior, y es la perdida de valores que se aprecia. Os comento un ejemplo para que lo entendais, hace unos ocho años, tenía dos estudios funcionando, uno en Sevilla capital, por funcionalidad y en el que normalmente estaba un compañero con el que compartía proyectos, gastos…, y otro en el centro geográfico del ámbito en el que teníamos situados los proyectos y por tanto más vinculado a las direcciones de obra. Lo singular, es que a finales de la crisis anterior, los clientes se acostumbraron a que iban a este segundo estudio a pedir presupuesto, y normalmente de proyectos con problemas o complejidades urbanísticas por lo que querían construir. Lo primero que se hacía era intentar buscar la solución que siendo urbanísticamente correcta se aproximara más a lo que el cliente quería ejecutar, y en base a esa solución, como algo factible para poder obtener una licencia de obras, se le pasaba presupuesto. Eso implicaba una carga de trabajo importante, y una media de tres reuniones con lo clientes. El resultado de todo ese proceso y el trabajo que implicaba, era que la mayoría de los clietes cogían el presupuesto, la solución urbanística que se les había buscado, al final, el encargo se lo hacían a otros compañeros con los que era imposible competir en precios, y menos aún al final de la crisis anterior. Es cierto que al final algunos de aquellos clientes han vuelto al estudio cuando han necesitado por cuestiones nuevas los servicios de un estudio de arquitectura, y reconociendo que el trabajo que les habían hecho dejaba mucho que desear, incluso toco resolver alguno de ellos con expedientes de legalización… pero al final optamos por cerrar ese segundo estudio, porque nos estaba monopolizando el tiempo que dedicabamos al trabajo, y los resultados eran mínimos. En resumen, te utilizaban para encontrar la solución, y después el encargo recaía, normalmente, en compañeros que por los honorarios que presentaban, aún me sigo preguntando como lo hacían para que los proyectos no les costaran a ellos dinero; había casos en los que la simple suma de los gastos fijos de proyecto normal, superaban los honorarios que se presentaban.